Como punto de partida, debemos indicar que el Gobierno ha descartado liquidar ninguna entidad, aunque es entendible la falta de confianza ante la información económica que emite el ejecutivo.
Es lógico que cualquier persona que tiene su dinero en el Banco de Valencia, Catalunya Caixa, Novagalicia o Bankia se pregunte qué tiene que hacer con su dinero.
Si tiene menos de 100.000 euros en cualquiera de los bancos mencionados (o en el resto del sistema bancario español) no va a perder su dinero. Por tanto, su cuenta corriente, nómina, remunerada y los depósitos a plazo fijo no corren peligro. Estas cantidades están garantizadas por el Fondo de Garantía de Depósitos.
Si se tienen más de 100.000 euros, por precaución, puede sacar el exceso y depositarlo en otra entidad a no ser que sea cotitular con su cónyuge, ya que tendrían garantizados hasta 200.000 euros, pues la garantía se multiplica en cada entidad por el número de cotitulares que tengan sus cuentas y depósitos en ella, incluidos hijos menores de edad.
Los que tengan fondos de inversión o de pensiones en bancos nacionalizados, no perderían su dinero (aunque sus aportaciones no están garantizadas por el Fondo de Garantía de Depósitos) ya que la Ley exige a las entidades la separación entre la cuenta propia y la de la entidad depositaria, para que no queden afectados por la insolvencia de la entidad los valores que se negocien en mercados bursátiles (como las acciones), los del mercado de deuda pública (obligaciones, por ejemplo) u otros mercados secundarios oficiales o el patrimonio que tenga en fondos de inversión o de pensiones de los que sean depositarios.
Más peligro corren los ahorros en productos financieros no garantizados, como los pagarés. En caso de liquidación, estos clientes pasan a formar parte del grupo de acreedores comunes. Cobran después de los acreedores privilegiados, que son las Administraciones Públicas, sueldos pendientes de los trabajadores y acreedores con garantía real, resumiendo.
En la peor situación se encuentran los que tengan participaciones preferentes, que cobran en penúltimo lugar, y los accionistas, que cobran los últimos si queda todavía dinero.
No se deje llevar por el pánico, esté informado y diversifique tanto como pueda.
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